frecuencia nos encontramos, lo que debe revisarse, a quién se necesita en las reuniones y a quiénes se pone en copia en los informes o minutas de reunión. En la práctica esto puede permitir áreas funcionales que frecuentemente parecen tener prioridades que compiten, para ver cómo contribuye cada una de ellas al éxito del proyecto. En nuestro caso, esto se ve mayormente en dos áreas: la primera, mantenimiento y producción y la segunda, ingeniería mecánica e ingeniería eléctrica/ de los controles. En ambas áreas, el éxito se remonta al primer paso de definir claramente quién hace qué. Cuando eso está por escrito y tiene dueño (una firma en la línea de puntos) se vuelve un proceso mucho mejor. Cada compañía lo medirá de forma distinta y frecuentemente hay indicadores operativos/KPI’s que señalarán quién debería ser responsable de cada uno de los diferentes aspectos del proyecto. Comprender esto de antemano aumentará en gran medida las probabilidades de éxito y prevendrá la onerosa ineficiencia cuando una de las partes del proceso demora a otra. Un ejemplo común en nuestro trabajo es la importancia de asegurarnos que todo esté listo antes de la puesta en marcha. De ser posible, visitaremos la locación con anterioridad para asegurarnos de que todo el equipamiento ha llegado y está listo para ser instalado y que tengamos listos los elementos necesarios tanto eléctricos, mecánicos y otros elementos para terminar el trabajo. ES UNA SOCIEDAD ACuando el proyecto va acercándose a su finalización, el énfasis puede trasladarse a las capacitaciones y la transferencia de conocimiento para asegurarnos de que el nuevo equipamiento brinda todos los beneficios buscados. La medida en que se proporcionará formación y apoyo tras la puesta en marcha debe acordarse mucho antes en el proceso y quedar clara para todos los implicados. Aunque se hayan cumplido todos los requisitos del proyecto y los nuevos equipos estén instalados y en funcionamiento, gran parte del trabajo real aún no ha empezado. La meta es siempre formar una sociedad de trabajo en la cual continuemos comunicándonos de manera efectiva y buscando seguir mejorando continuamente la performance y los resultados. Siempre es dinámico y es la base sobre la cual ambas compañías pueden realzar su proposición de valor. Es una gran oportunidad para realizar un seguimiento de los resultados y demostrar que se han cumplido los objetivos del proyecto, y establecer objetivos futuros que sigan aportando valor. Aunque es divertido pensar en todas las formas en que la nueva tecnología IA, mejorará aún más lo que todos podemos hacer . Soy un firme creyente en que el elemento humano y unas sólidas herramientas de comunicación nunca pasarán de moda. Al fin y al cabo, la verdadera recompensa que nos llevamos todos es la satisfacción de forjar nuevas relaciones y la sensación de haber logrado algo valioso. 71 EDICIÓN DE COMUNICACIÓN Contacto: JEFF KELLER [email protected]
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