116 continúa en la página siguiente… semisintéticos para una eliminación más fácil. Esta búsqueda puede incluir establecer una proporción de dilución para el lubricante que mejor optimice el proceso. Las mezcladoras de mezclado proporcional son un medio productivo y constante de crear una fórmula uniforme; incluso la forma de agitar la mezcla es importante, ya que demasiada agitación puede degradar el lubricante del molde. Una vez confirmados el lubricante y su proporción, probarlo sistemáticamente, así como la proporción de lubricante y agua. Las pruebas deben realizarse a lo largo de un turno, un día, una semana, un lote, o incluso de operario a operario, para garantizar que se obtendrán mejoras. El ensayo de la lubricación no debería hacerse solo desde el dispositivo de mezclado o tanque de almacenamiento, sino también desde la boquilla de rociado para confirmar que el sistema de entrega está trabajando apropiadamente. Entre los diferentes métodos de prueba se incluyen los refractómetros, el analizador de equilibrio de humedad o un sencillo y rápido hidrómetro. El uso de evaporadores para eliminar los residuos de lubricantes es otra área de emisiones de GEI. Este proceso puede minimizarse o incluso eliminarse por un sistema de recuperación. Esto le permite reutilizar al menos una parte del lubricante, lo que contribuye a maximizar la eficiencia y minimizar el transporte de residuos. Esto reducirá las emisiones totales y mejorará su puntuación ESG. Nuevamente, los sintéticos funcionan bien en la recuperación, pero hay demasiados para elegir y antes de comprar alguno debe informarle al fabricante del lubricante de su deseo de recuperarlo y reutilizarlo. Esto les permitirá incluir aditivos biocidas adecuados que minimicen el crecimiento biológico, que puede ser perjudicial tanto para el producto como para las personas que lo tocan y respiran. Importancia de los dispositivos de suministro para reducir las emisiones La aplicación y el abastecimiento de su lubricante van a mejorar sus emisiones del Ámbito 1. Una buena forma de comprobarlo es recorrer la fábrica e identificar el lubricante fuera de lugar (por ejemplo, charcos en el suelo, maquinaria, suelas de botas, pulverizaciones en el aire). Las boquillas de rociado son un componente clave para una atención precisa ya que nos puede ayudar a regular la cantidad de lubricante junto con la forma del rociado. La determinación precisa de la ubicación de la pulverización es esencial para evitar el uso excesivo y garantizar una funcionalidad adecuada. Sin embargo, disponer de un sistema adecuado de suministro de lubricante a la boquilla gestionará automáticamente el tiempo y el volumen, e incluso almacenará toda la receta por número de pieza para poder repetir el proceso. La receta puede ser bloqueada para eliminar cualquier posibilidad de manipulación. Se pueden programar hasta 24 boquillas de forma independiente para suministrar lubricante, aire o incluso omitir ciclos en estos sistemas para minimizar el uso. Muchas veces, los cambios manuales se realizan en la planta basándose en lo que parece ser un fallo de lubricación. Si las piezas no se forman correctamente o no se sueltan, los operarios realizan los ajustes necesarios para mantener la producción en marcha. Sin embargo, un examen minucioso del proceso nos indicará que, en muchos casos, se está aplicando una sobrecompensación de lubricante. Esto se debe a una relación de dilución inadecuada o a una boquilla defectuosa que no pulveriza correctamente. Tenga en cuenta que las boquillas suelen obstruirse por falta de mantenimiento. Con un sistema de suministro integral, se detectaría cualquier latencia y se realizaría una purga de las líneas y boquillas. Los caudalímetros también ayudan a indicar la utilización insuficiente o excesiva de lubricante. Si utiliza un lubricante a base de agua, haga que analicen la dureza del agua para evitar la acumulación de calcio, que restringirá el tamaño de la tubería, causando problemas de volumen y bloqueando potencialmente el suministro de lubricante.
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